Una de las dulces temáticas de este blog es encontrar un espacio para aquellos que no hemos sido beneficiados por la estrellas, y vivimos bajo la oscura y fría sombra de lo que el mundo ha denominado mala suerte.
Todos aquellos hechos que nos desacreditan como personas "afortunadas" traen consecuencias, cierto, pero no siempre malas... bueno, dependiendo de donde se las mire.
En primera instancia, será mala, sí. Sin embargo, todo hecho fortuito desagradable trae algo bueno. Por lo menos eso me ha enseñado una amplia trayectoria en estas índoles.
Por ejemplo, hace seis días, luego de una amenecida irresponsable jugando póker en línea, debía estar de pie a las 8 de la mañana para asistir a la clase de Periodismo Digital. Obviamente fue difícil ponerme en pie. Desperté 7:40 (felizmente vivo a 15 minutos de la universidad); no hay café (entonces será yogurt); corrí hacia la avenida (abrieron la reja de la calle temprano, un poco de buena suerte); luz roja (un poco más de buena suerte). Llego a las 8:20 al laboratorio 105 del pabellón Z, aún deseando haberme quedado en mi cama, y recuerdo algo: no creé el blog que el profesor encargó la clase anterior. La razón por la que estaba jugando póker en internet fue iluminarme para crear un blog, del cual solo tenía el nombre (no es necesario mencionar que olvidé elaborar el resto del blog). ¿Qué es lo bueno dentro de esta mañana desafortunada? El profesor no había llegado, así que eso me daba tiempo a proseguir con la elaboración del blog. 8:40 am, ya tenía casi todo hecho, y el profesor seguía sin llegar. 9:00 am, empecé a colocar al blog ese azul acero que uso en todos mis trabajos y cambiar algunos de los títulos que había colocado en un principio, y el profesor no se aparecía. 9:30 am, completé la sección de datos personales y perfil, y el profesor... nada. Fue en ese momento en que sospeché que Diego Peralta, profesor del curso, ya no llegaría... pude haber seguido durmiendo...
No obstante, si no fuera porque tuve ese espacio libre, no hubiera creado este blog. Un blog que me había propuesto elaborar hace bastante tiempo y que iba postergando por falta de iniciativa y ociosidad (mayormente por ociosidad). Es así que esta situación, con hechos de mala suerte irrelevantes, tuvo una utilidad. Si no fuera porque faltó el profesor, no estaría hoy posteando en esta ventana. Gracias, profe!!
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